La Ley de Prevención de Riesgos Laborales establece que la temperatura en espacios donde se realicen trabajos sedentarios debe ser de entre 17 y 27 grados. Una norma que en el caso de los "trabajos ligeros", en los que el empleado debe moverse, se rebaja a 25 grados. Este es el caso de los talleres de Seat, en Martorell. Hace varias semanas algunos trabajadores decidieron hacer paros de 10 minutos en las horas impares si el termómetro rebasaba los 25 grados, algo que sucede, denuncian, muy a menudo. No solo allí. Otras empresas de componentes para automóviles viven también en calor constante, y en Correos han llegado a trabajar a 33 grados.
El mayor peligro del calor es el llamado estrés térmico. Esta reacción se traduce, habitualmente, en una falta de confort a la que pueden añadirse otros síntomas más graves. El doctor Xavier Orpella, presidente de la sección de medicina laboral del Colegio de Médicos de Cataluña, apunta "el agotamiento, la sequedad ocular, la inflamación de las piernas, las erupciones cutáneas y hasta el desmayo". Raramente se llegará al golpe de calor, pero si se sufre una patología y en función de la complexión, continúa Orpella, "el exceso de calor puede provocar un paro cardiaco".
"A partir de la una de la tarde, siempre se superan", se queja un empleado de Seat que pide mantenerse en el anonimato. "Así no se puede trabajar, estoy empapado y de mal humor todo el día", explicaba hace unos días agobiado. En su taller trabajan 1.200 personas y, según CC OO, es uno de los más afectados cuando el calor aprieta. "Se construyó siguiendo los planos de una fábrica alemana y no se tuvo en cuenta el cambio de temperatura", argumenta el responsable de este sindicato en Seat, David Matellán. La empresa reconoce que, aunque "todos los aires acondicionados funcionen a toda pastilla, a veces no es posible mantener la temperatura por debajo de 25 grados". Por eso, en julio los trabajadores podían hacer dos paradas de 10 minutos -pagadas por la empresa- cuando el termómetro superaba los 26 grados. UGT aceptó el sistema.En agosto la fábrica está cerrada, pero CC OO dice que, si el calor persiste en septiembre, reanudará la huelga.
Los trabajadores de Sogefi Filtration, en Cerdanyola del Vallès, también dejaron de trabajar durante seis horas el pasado jueves. En esta empresa, que fabrica retrovisores para coches, los empleados denuncian que llevan mucho tiempo "arrastrando" el problema, que denunciaron en 2008 ante la Inspección de Trabajo.
Pero el exceso de calor no solo afecta a las cadenas de montaje. En la oficina de Correos de Manresa han llegado a trabajar a 33 grados. Y eso a pesar de que el centro fue totalmente reformado en octubre del año pasado. Los empleados también decidieron hacer huelga y cada vez que el termómetro rebasaba los 27 grados cerraban las puertas. La empresa ha tratado de solucionar el problema, al menos de manera transitoria, instalando unos equipos portátiles de refrigeración. También han denunciado problemas de calor los empleados del centro de tratamiento automatizado, en Sant Cugat, el mayor edificio de Correos en Cataluña. El conflicto en Correos es diferente del de Seat. En Manresa tienen aparatos, pero no los pueden poner en marcha por "diferencias presupuestarias con el jefe de las obras de la nueva oficina", se limita a decir un portavoz de la empresa. Rubén Valdés, delegado de UGT, considera "intolerable" que los empleados tengan que trabajar a temperaturas tan elevadas y alerta de los "peligros físicos" que comporta esta situación.
Fuente: elpais.com
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