Los accidentes laborales que se produjeron en Castilla-La Mancha en 2010 descendieron un 12,8 por ciento con respecto a los registrados en el ejercicio anterior y supone una bajada de un 45 por ciento en tres años, desde la puesta en marcha en 2008 del Acuerdo Estratégico de Prevención de Riesgos Laborales.
Así lo ha indicado hoy la consejera de Empleo, Igualdad y Juventud, Paula Fernández, con motivo de la reunión que ha celebrado en Toledo la Comisión Regional de Seguridad y Salud Laboral, y ha destacado que en 2010 la siniestralidad laboral en la región se situó en los valores más bajos desde 1990, después de acumular 36 meses de descensos consecutivos en el número de siniestros.
En 2010 el número de accidentes descendió un 12,8 por ciento con respecto al año anterior, lo que sumados a los descensos del 25 por ciento de 2009 y del 15 por ciento de 2008, suman una disminución acumulada del 45 por ciento, pasando de los 49.000 siniestros registrados en 2007 a los 27.000 del pasado año.
Fernández ha subrayado que el descenso registrado en 2010 se produjo en todos los grados, ya que los leves descendieron un 12,7 por ciento, los graves un 3 por ciento y los mortales un 23,7 por ciento, con respecto al ejercicio anterior.
El descenso fue generalizado en todos los sectores productivos, con un 18,6 por ciento en el de la construcción, más de un 13 por ciento en el de industria, más de un 10 por ciento en el de servicios y un 4,4 por ciento en agricultura.
También descendió la tasa de accidentalidad, que según Fernández, es "un valor objetivo", ya que marca el número de accidentes por cada 100.000 trabajadores.
La tasa de accidentalidad disminuyó un 11,5 por ciento con respecto al año anterior, mientras que el número de trabajadores en activo descendió un 1,2 por ciento en la región (aunque creció en el sector servicios y en agricultura).
La titular de Empleo, Igualdad y Juventud, ha dicho que estos porcentajes indican que el descenso de la accidentabilidad laboral no se debe a la disminución de la población trabajadora, sino que es consecuencia "de la labor que se está haciendo" con independencia de que haya un número mayor o menor de trabajadores.
Este valor de la tasa de accidentalidad es el más bajo de los últimos 21 años, con una reducción especialmente significativa en los tres últimos años del 42 por ciento, con un descenso del número de trabajadores de un 5,9 por ciento mientras que el número de accidentes bajó un 45 por ciento.
El descenso de la tasa de accidentalidad el año pasado fue de un 7 por ciento en agricultura, un 11,6 por ciento en servicios, un 9,5 por ciento en industria y un 5,7 por ciento en la construcción.
Según Fernández, estos buenos resultados son resultado del esfuerzo coordinado de las administraciones central y autonómica, con la colaboración de empresarios y sindicatos.
En este sentido, ha indicado que la Inspección de Trabajo estatal llevó a cabo en 2010 más de 20.000 actuaciones en prevención de riesgos laborales en la región (un 6,4 por ciento más que en 2009) y formuló 844 propuestas de infracción, que sumaban propuestas de sanciones de más de 2,5 millones de euros.
Asimismo, los inspectores enviaron a la Fiscalía 135 expediente, mientras que el personal de la Consejería realizó más de 5.700 empresas, que ocupan a 86.746 empleados, ha añadido.
Fernández ha destacado, como especialmente significativo, el descenso en la siniestralidad que se registró en el Plan Reduce, que se aplica a las empresas que tienen un mayor número de accidentes.
El año pasado participaron en el Plan Reduce 736 empresas, que sumaron una reducción en el número de accidentes del 23 por ciento, el doble de la reducción media en el resto de empresas. EFE
Fuente: abc.es
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