Conocido, entre otros nombres, como ictus, embolia, ataque cerebral, AVC significan lo mismo. Una alteración en la circulación del cerebro que afecta a su funcionamiento y lesiona su tejido.
El accidente vascular cerebral requiere de una rápida actuación. Debes conocer los signos externos que indican su presencia.
1. Cara. Su expresión ha cambiado. Es incapaz de sonreír con normalidad y la comisura bucal está desviada.
2. Brazo. La mitad de su cuerpo está afectada, no puede mover su brazo y posiblemente tampoco su pierna. Por eso es frecuente que si está de pie, pueda caerse.
3. Habla. No puede hablar con normalidad, emite sonidos incomprensibles o no dice nada.
Estos son los signos de alerta. Ante ellos, avisa inmediatamente a un servicio de urgencias. La rapidez es esencial para evitar complicaciones.
Comprueba su estado de conciencia mediante órdenes simples o si es capaz de seguirte con la mirada. Indica ese estado al servicio de urgencias.
Colócale en una posición cómoda, mejor sentado con las piernas elevadas o tumbado de lado. No le des nada de comer ni de beber, el reflejo de deglución puede verse afectado y se puede atragantar.
Tranquiliza y reconforta a la persona, la imposibilidad de moverse o hablar hará que se sienta ansiosa e intranquila. Es mejor si te acercas por el lado que no está afectado, que es el que tiene sensibilidad y nota más seguro.
Diferente será en el proceso de rehabilitación, en el que deberás estimular la parte afectada para ayudar a su recuperación.
Recuerda los signos de alerta. Llegar cuanto antes a un servicio de urgencias puede evitar muertes y disminuir secuelas.